Mitos y realidades de la iluminación LED

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Cada vez que una tecnología se desarrolla e implanta a gran velocidad como la iluminación LED en Chile surgen dudas a pesar de sus beneficios

UNA INSTALACIÓN LED NO SIEMPRE ES LA MÁS CONVENIENTE: VERDADERO.
Es esencial realizar un minucioso estudio de las necesidades lumínicas de cada instalación. En ciertas ocasiones, puede que la tecnología LED no sea la más adecuada debido, por ejemplo, a las horas de uso. Una instalación requiere una importante inversión, que en la mayoría de los casos se recupera rápidamente.
Sin embargo, hay que estudiar minuciosamente las necesidades de iluminación para poder elegir la mejor opción. Los profesionales nos dirán que tipo de iluminación nos conviene. De hecho, en ocasiones, es necesario apostar por un tipo de iluminación diferente para cada estancia..

LA LUZ DE LAS LÁMPARAS LED GENERA MÁS CONTAMINACIÓN LUMÍNICA?: FALSO.
Una luminaria LED cuyo flujo lumínico esté correctamente dirigido no genera más contaminación lumínica que otro tipo de lámpara. De hecho la unidireccionalidad del flujo lumínico de los LED (recordemos que un chip LED sólo emite luz en una dirección) hace que sea más fácil el control del mismo y dirigirlo hacia el lugar deseado.
Es cierto que, por su naturaleza, la luz emitida por una lámpara LED se difunde más fácilmente por la atmósfera, pero esto es fácilmente evitable con una correcta instalación que se ajuste a la normativa que regule dichas instalaciones.

LA LUZ DE LOS LED ES PERJUDICIAL LA SALUD: FALSO
Las lámparas LED no emiten radiación infrarroja ni ultravioleta y no contienen mercurio, por lo que tienen menos potencial para ser perjudiciales en todos los sentidos para la salud. Se dice que la luz blanca que generan las lámparas LED (y que se consigue aplicando capas de fósforo a la luz azulada original que emite el chip) inhibe la secreción de la hormona melatonina en el ser humano, que sólo se produce a oscuras, y que resulta indispensable para regular los biorritmos del cuerpo humano (entre ellos los llamados ritmos circadianos). Esto es cierto a medias.
Cualquier radiación lumínica afecta a la producción de melatonina (la luz solar y la artificial, ya sea de una fluorescente o de una luminaria LED).
Por ejemplo, si trabajamos en una oficina durante ocho o nueve horas seguidas, una iluminación inadecuada (ya sea LED, fluorescente o de vapor de sodio) puede afectará a nuestro organismo provocando “desajustes” o molestias: sueño, cansancio o incluso mareos o dolores de cabeza (especialmente en el caso de fluorescentes defectuosas o de baja calidad).

¿Cómo evitar estos problemas?
Diseñando una instalación lumínica que se ajuste a nuestro “reloj biológico”.
En este sentido las soluciones de iluminación LED son las más versátiles y las que se pueden adaptarse más fácilmente y de forma completamente automática a las diferentes necesidades lumínicas (ya sea de intensidad o temperatura de color) según la hora del día y el trabajo que se realice. Proveedores de soluciones LED homologados.
En resumen, la iluminación LED es una tecnología extremadamente eficiente, sostenible y versátil, siempre y cuando su compra e instalación se realicen siguiendo unos rigurosos criterios de calidad.
Para ello debemos acudir siempre a proveedores registrados y fabricantes homologados, que nos asesoren y realicen un estudio previo de nuestras necesidades de iluminación.

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