Si bien es cierto tenemos como referencia la Unión Europea en cuanto a normativas de eficiencia energética esta no ha prohibido completamente los tubos fluorescentes T5 y T8, pero había implementado regulaciones para fomentar la transición hacia fuentes de luz más eficientes y sostenibles como parte de sus esfuerzos por reducir el consumo de energía y las emisiones de carbono. Estas son algunas de las razones detrás de estas regulaciones:
Eficiencia energética: Los tubos fluorescentes T5 y T8 son menos eficientes en términos de consumo de energía en comparación con tecnologías de iluminación más recientes, como las lámparas LED. La Unión Europea se ha comprometido a reducir el consumo de energía y mejorar la eficiencia energética en diversos sectores, incluida la iluminación, para cumplir con sus objetivos de sostenibilidad y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Reducción de emisiones de carbono: Al fomentar la transición a tecnologías de iluminación más eficientes, la UE busca reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) asociadas con la generación de electricidad utilizada para alimentar las luces. Los tubos fluorescentes T5 y T8 consumen más energía que las lámparas LED, lo que contribuye a una mayor huella de carbono.
Beneficios económicos: El uso de fuentes de luz más eficientes, como las lámparas LED, puede ayudar a reducir los costos de energía para los consumidores y las empresas a lo largo del tiempo. Esto puede contribuir a un ahorro económico significativo a largo plazo, lo que es coherente con los objetivos de la UE de promover la eficiencia energética y la competitividad económica.
Innovación y tecnología: Fomentar la adopción de tecnologías de iluminación más avanzadas, como las lámparas LED, impulsa la innovación en la industria de la iluminación y promueve el desarrollo de productos más eficientes y sostenibles.