El presupuesto de una instalación eléctrica es una de las etapas más importantes del proyecto eléctrico, pues si no se realiza adecuadamente, puede ser la diferencia entre ganar o perder dinero e incluso podría ocasionar algo más perjudicial: perder credibilidad ante el cliente.
Podemos definir el presupuesto como un proceso de generación de cédulas de materiales involucrados en el proyecto eléctrico en el que se incluye su costo, además de la mano de obra calificada necesaria para concretarlo, junto con un margen de utilidad, y podemos acompañarlo de toda la información técnica de los materiales y planos eléctricos del proyecto, con lo que ganaremos una imagen y presencia que nos diferencie ante nuestros clientes.
La factibilidad del presupuesto estará en función de una correcta interpretación de la selección de materiales, la cual debe cuidar el aspecto normativo establecido en las Normas oficiales de cada país, y de observancia obligatoria, y lo relativo a la funcionalidad de materiales: facilidad de instalación, calidad del producto, soporte técnico del fabricante, valor agregado, etcétera.
Tradicionalmente la elaboración del presupuesto eléctrico representa un gran reto para el ingeniero o técnico a cargo, quien debe tomar decisiones técnico-comerciales, con el fin de elaborar un presupuesto técnicamente fundamentado y al mismo tiempo económicamente aceptable. No existe una fórmula para elaborar un presupuesto eléctrico, ya que varía dependiendo de las necesidades de cada persona y proyecto, pero, en lo general, deben tomarse en cuenta los puntos que se describen a continuación. |
Análisis del proyecto
Un buen presupuesto eléctrico inicia desde la conceptualización de todas las necesidades del usuario al que se le entregará el proyecto, ya sea una vivienda, un edificio de oficinas o un local comercial. Desde la mesa de diseño se debe analizar, entender y considerar las diferentes opciones que otorgan valor al usuario para después concretarlas en un proyecto fundamentado técnicamente. El área de oportunidad de cualquier presupuesto está en la habilidad de equilibrar la parte técnica, acorde con las necesidades del usuario, con la rentabilidad.
Si lo analizamos un poco, efectivamente todo está relacionado: el proyectista hace el diseño eléctrico basado en cálculos; con los cálculos se dimensionan los materiales, cuyas dimensiones y especificaciones de manufactura deben cumplir con la normatividad de uso, la cual incluso da sugerencias de los materiales permitidos por aplicación y propósito; los fabricantes ofrecen estos materiales certificados de acuerdo con la normativa para hacer segura su utilización; los distribuidores de material y equipo eléctrico dan los precios; y de ahí, el proceso va de regreso a la persona a cargo del proyecto y del presupuesto, quien integra esa información.
Este ciclo es necesario y es interactivo, pues basado en el conocimiento amplio de los detalles del proyecto, la persona encargada de este puede tomar decisiones tanto técnicas como comerciales para optimizarlo y hacerlo más rentable.
Desafortunadamente, en algunas ocasiones la práctica común hace que el mercado solicite presupuestos sin dar toda la información del proyecto. Obviamente esta falta de información da como resultado presupuestos no fundamentados y de alto riesgo para el contratista, quien, al crear el presupuesto con esta base y al ejecutar el proyecto, puede enfrentarse a discrepancias con el usuario y en ocasiones debe absorber los gastos por cálculos de materiales y/o mano de obra implícita no considerados originalmente.
En circunstancias de poca información del proyecto para los contratistas que cotizan, el cliente no tiene un estándar de comparación y tiende a elegir el presupuesto más barato, suponiendo que este cumple con su expectativa, la cual nunca fue conocida a detalle por quien cotizó.
Elaborar un presupuesto no significa ofrecer lo más barato, sino proporcionar una solución acorde con los requerimientos de cada proyecto. Los presupuestos elaborados sin el dominio del proyecto o enfocados en lo más barato no dejan nada bueno a nadie, ya sea cliente o contratista, sino que dan como resultado instalaciones peligrosas para las personas y sus bienes, además de referencias erróneas para futuros proyectos.
El análisis del proyecto debe hacerse considerando los planos eléctricos, memorias técnico-descriptivas y la lista de conteo de materiales. Verifique que todos los documentos estén aprobados por el área a cargo y por el cliente final, lo cual ayudará a evitar malentendidos. Apóyese con el diseñador, proveedor y, en general, con aquellas personas involucradas que le puedan dar un panorama más amplio del proyecto.
Visita al sitio
Una vez que el proyecto se encuentre en construcción, obra gruesa, o en el caso de que se requiera presupuesto por reparación o ampliación, es necesario hacer un levantamiento o recorrido a la edificación con los planos eléctricos en mano.
Sin duda el recorrido en sitio o levantamiento es una de las actividades más comunes y útiles para la gente involucrada en proyectos eléctricos. Un buen levantamiento brinda las siguientes ventajas:
• Da información verídica para confirmar el diseño del proyecto: que todo esté en su lugar, las paredes donde deben, los huecos para las cajas, conteo de materiales y, en general, permite resolver todas las dudas de diseño. Al final de cuentas, el cliente recibe la instalación eléctrica terminada, no un plano eléctrico. Siéntase libre de hacer cuantos levantamientos sean necesarios, eso le dará seguridad y dominio del proyecto para tomar decisiones sobre el diseño e, incluso, la oportunidad de optimizarlo.
• Permite verificar la concordancia con la norma de instalaciones establecidas . Si encuentra alguna anomalía o incumplimiento a la misma, anote sus observaciones en el reporte del presupuesto, esto ayudará en dos sentidos: primero, demostrará su conocimiento y participación en el proyecto; segundo, quedará asentada su preocupación con respecto a una mala ejecución de obra, ajena a su alcance.
En la siguiente figura se presenta un ejemplo de levantamiento de una habitación (izquierda) con el plano eléctrico (derecha).
Al hacer el levantamiento de la instalación eléctrica, es importante tomar en cuenta detalles que propiamente no se indican en los planos, pero que son trabajos que alguien debe hacer, por ejemplo, hacer la ranura en los muros para colocar la tubería y las cajas.
Selección de materiales y precios
Para la selección de materiales, es necesario dedicar tiempo a conocer los productos que existen en el mercado, sus diferencias, ventajas, precios y normativa.
Al respecto, la Norma de Instalaciones Eléctricas NCH Elec. 4/2003 entrega pautas a seguir.
“La certificación es el procedimiento mediante el cual se asegura que un producto, proceso, sistema o servicio se ajusta a las normas, lineamientos o recomendaciones de organismos, tanto nacionales como internacionales, dedicados a la normalización”. En Chile, SEC se encarga de extender los certificados de conformidad a los productos eléctricos que cumplen con lo indicado en las normas chilenas.
Como criterio de selección de materiales, elija los que tengan certificado de conformidad de producto y exija a su proveedor el certificado vigente.
Por otro lado se sabe que, aun entre productos certificados, las diferencias entre marcas pueden ser grandes, y pocas veces son identificadas por el usuario o cliente final. La facilidad de instalación, el desempeño ante el fuego, la garantía de por vida y el cuidado del medio ambiente son factores que se unen a los criterios de selección de materiales. En el mercado existe una oferta muy amplia de productos; tómese su tiempo en elegir: cada fabricante tiene productos y servicios de valor agregado que pueden hacer la diferencia en su proyecto.
Dentro del presupuesto, el cliente espera sus recomendaciones de marcas y productos. Proponga y prefiera productos que ofrezcan valor agregado, justifique los productos y resalte los puntos que lo llevaron a seleccionarlos, de esta forma usted trabajará con la tranquilidad de obtener un buen resultado final, con productos de su confianza, y garantizará, por supuesto, los trabajos que haga con ellos.
Recuerde que su prestigio se forma con base en su trabajo y, si llegase a fallar cualquier material que usted seleccionó, el cliente no se fijará en él, sino en quien lo instaló y proyectó.
Después de la selección de productos y marcas, viene una parte medular en el presupuesto: el precio de los productos, muchas veces mal interpretado y pocas veces entendido en un mercado cada vez más competitivo.
El precio del producto varía dependiendo de los materiales que lo componen, los procesos de manufactura, el empaque, el valor agregado, etc. Para aquellos productos que utilizan metales como el cobre y el aluminio, y que su valor impacta de manera importante en el precio total, como en el caso de los conductores eléctricos, el precio estará directamente afectado por la cotización internacional de los metales, ya sea incrementos o decrementos, que se verán reflejados en el precio final, incluso de un día para otro. Es muy importante tener esto en mente, ya que durante el proceso de aceptación del presupuesto pueden ocurrir cambios en el precio de estos materiales y ello puede afectar seriamente la
rentabilidad del presupuesto como fue diseñado inicialmente.
Para minimizar estos efectos en el presupuesto, es recomendable consultar con su distribuidor o con el fabricante las tendencias de los metales, con el fin de estimar un precio a la fecha de compra –lo cual dará certidumbre sobre el presupuesto entregado–, o bien, negociar con el cliente un precio variable con el objetivo de hacer los ajustes necesarios sobre la cotización en el momento de la compra.
En el mercado actual, se pueden tomar todas la previsiones necesarias referentes a los precios de los productos y nunca serán suficientes para satisfacer las necesidades de reducir los costos de ningún proyecto, pero no claudique, el precio del producto es solo una referencia para marcar niveles entre competidores.
Los aspectos de diferenciación como servicio al cliente, tiempo de entrega, profesionalismo, compromiso, experiencia, etcétera, son los verdaderos puntos clave que toma en cuenta el cliente en un presupuesto.
Mano de obra
Un aspecto fundamental, no solo del presupuesto, sino de la correcta ejecución del proyecto, es la mano de obra, y nos referimos a la mano de obra calificada. La frase lo barato sale caro también aplica a la habilidad, experiencia y compromiso de los técnicos electricistas involucrados en el proyecto. El prestigio de su empresa, o el suyo como electricista, está en juego en cada trabajo, y una labor deficiente no sólo provoca repetir trabajos donde se pierde tiempo, sino que dejan una mala impresión en el cliente que nunca se borra.
Si bien la mano de obra calificada es relativamente más cara, los beneficios para el patrón son enormes.
El sentido de confianza cliente-proveedor nace de la suma de trabajos de calidad con pagos justos. De nada sirve utilizar productos con valor agregado si la ejecución se hace sin ningún cuidado o sentido técnico, y viceversa.
Hoy en día la actualización y capacitación es un plus que le ayudará enormemente en proyectos futuros. Para ello, la inversión monetaria podría ser un problema, sin embargo, existen compañías comprometidas y convencidas de los resultados que brinda la capacitación constante. Le invitamos a acercarse a los fabricantes o distribuidores principales para conocer los planes de capacitación gratuita que muchos de ellos ofrecen.
La cotización de la mano de obra depende de muchos factores, como: la ubicación y tamaño del proyecto, el tiempo de entrega, el nivel de especialización requerido por el personal, etc. En general, siempre sea claro con respecto a las actividades que deben realizarse y, para evitar malentendidos, se sugiere desglosarlas en el presupuesto.
Reporte del presupuesto
El reporte del presupuesto varía dependiendo del proyecto o la persona que lo realice, lo importante es que tenga los datos esperados por el cliente. A continuación se presentan algunos puntos, en forma general, que debería tener un presupuesto de instalación eléctrica.
a) Generalidades: Aquí debe aparecer la información del cliente: compañía o nombre del cliente, nombre del solicitante del presupuesto, dirección, teléfono, etc. Igualmente, tiene que incluirse la información de su empresa: dirección, Correo, Pagina web, teléfono, etc. Por último, el nombre del proyecto, número o referencia.
b) Lista de materiales: También llamada cédula de materiales y mano de obra. Generalmente se muestra la lista de materiales en una tabla donde los encabezados presentan: descripción, cantidades, precios, etc. En algunas ocasiones se prefiere incluir el costo de la mano de obra en el material, sin embargo, se recomienda hacerlo por separado, con el fn de poner a detalle las actividades a realizar.
Si la lista de materiales es muy grande, es conveniente hacer un resumen del total y poner el detalle en un anexo del presupuesto.
c) Observaciones: En las observaciones, indique todos los detalles que considere que pudieran cambiar o reorientar el presupuesto, por ejemplo: si durante el conteo de materiales o en el levantamiento del lugar se encontraron detalles técnicos o situaciones que podrían dificultar los trabajos y que no estén considerados por el cliente, indíquelo aquí y agregue un anexo con la justificación de la observación.
d) Condiciones comerciales: Finalmente indique bajo qué condiciones el presupuesto es válido, es decir, las condiciones comerciales en las cuales se obliga a cumplir, por ejemplo: tiempo de entrega, vigencia de precios, condiciones de pago, etcétera.
A continuación se presenta un ejemplo de presupuesto.
Se requiere saber el presupuesto de una vivienda de un solo piso; el plano eléctrico se muestra en la siguiente figura.
El presupuesto queda de la siguiente forma:
Agradecimientos a Manual técnico de instalaciones eléctricas de baja tensión, Grupo Condumex
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