Como todos sabemos, el electricista conoce la importancia de su trabajo y la gran responsabilidad que es trabajar con energía eléctrica, ya que de ello dependen muchos factores que van desde las fallas en equipos hasta conservar la integridad de los usuarios.
El electricista conoce lo primordial que es el uso de equipo de protección personal como botas o zapatos dieléctricos, lentes de seguridad y guantes, además de todos los requerimientos extra que sean necesarios de acuerdo al lugar y el tipo de trabajo que se piense realizar, tales como casco, protección lumbar, protección auditiva, etc. Mientras que el “maistro” realiza su trabajo sin ninguna clase de equipo de protección de ninguna índole, ya que desconoce que sea necesario usarlos o piensa que la electricidad no es peligrosa o argumenta: “siempre he trabajado así y nunca me ha sucedido nada”.
El electricista conoce la reglamentación local que concierne a su trabajo para dar cumplimiento a los lineamientos que le son requeridos por la SEC y con ello garantizar que su trabajo no representará un riesgo para el usuario, la instalación o los equipos. Mientras que el “maistro” desconoce a veces incluso que se tenga que seguir norma alguna.
“A pesar de que pareciera que el electricista y el “maistro” pertenecen a la misma especie, en la realidad esto no es así ya que existe una gran cantidad de diferencias entre ambos.”
El electricista tiene una herramienta específica para cada actividad y utiliza su herramienta del modo adecuado para no deteriorar su herramienta y realizar el trabajo con más calidad. Mientras que el “maistro” le da igual utilizar unas pinzas como martillo o un desarmador como cincel, motivo por el cual su herramienta se deteriora rápidamente y siempre la tiene en deplorables condiciones, lo cual no le permite hacer un trabajo de calidad.
El electricista usa siempre equipos originales de marcas reconocidas para darle al usuario la tranquilidad de que no sólo el trabajo estará bien realizado, sino que además está usando elementos seguros que actuarán y funcionarán en base a su especificación y como uno espera que funcionen; además, le advierte a sus clientes del peligro que representa usar artículos pirata, que si tendrán un costo menor sobre la compra de los mismos, pero pone en grave riesgo las instalaciones o la integridad de las personas.
El “maistro” usa equipos pirata ya que considera más importante ofrecer artículos baratos, pero no piensa en el riesgo que implica usarlos y además mal informa a su clientela haciéndole creer que no pasa nada y que sirven para lo mismo, pero que simplemente son más baratos. El electricista siempre verifica la ausencia o presencia de tensión ya sea con un multímetro o con un detector de tensión para tener la certeza de la presencia o el nivel de tensión cuando realiza su trabajo.
El “maistro” en cambio usa medición digital, es decir, utiliza los dedos índice y medio para saber si existe presencia de tensión y en el mejor de los casos, cuando ya se superó la fase “dedómetro”, utiliza la alta tecnología de la lámpara de prueba o “focómetro”, es decir, un portalámparas con unos cables.
El electricista utiliza siempre el lenguaje adecuado para nombrar las cosas referentes a su trabajo, tales como interruptor termomagnético, tensión, corriente, potencia, etc. En cambio el lenguaje del “maistro” difiere con palabras como “pastilla”, “voltaje”, “amperaje”, wattaje, etc. Si te identificas con las características de los electricistas, te felicito, eres una persona en la que se puede depositar la confianza para instalar un equipo eléctrico, ejecutar una maniobra, realizar una instalación eléctrica, etcétera, sin poner en riesgo nunca los dispositivos e instalaciones y, sobre todo y muy por encima de lo anteriormente mencionado, nunca arriesga su integridad física ni la de nadie más y se puede tener la certeza que su trabajo estará hecho con calidad de materiales y ejecución.
Pero si sientes que perteneces al otro equipo, es decir al de los “maistros”, no te preocupes, todo puede cambiar para bien tuyo y de los usuarios a los cuales les realizas algún trabajo, sólo esfuérzate por cambiar las malas prácticas aunque tengas años realizándolas de modo incorrecto, capacítate constantemente, compra sólo equipos originales y adviérteles a tus clientes del riesgo de usar artículos pirata y trabaja con seguridad, no es difícil hacer el cambio, sólo es cuestión de voluntad y verás que todo redundará en tu beneficio y tu mejor recomendación será tu propio trabajo.
Ing. Manuel Arroyo