Hay dos métodos de instalación de líneas soterradas. En el primer método, se instalan sistemas de canalización subterránea (conductos) bajo la superficie y luego, el cable se tira a través de ellos. Estos conductos pueden (o no) estar provistos de una estructura de revestimiento de concreto. El segundo método consiste en sistemas de cables subterráneos instalados directamente en el suelo.
Los cables pueden construirse en conjunto con un conducto plástico enrollable, o con armadura metálica (en una cubierta diseñada para enterrar directamente).
Requisitos para las líneas de Media Tensión
Cuando se opte por sistemas subterráneos, se seguirán las siguientes normas:
En zonas industriales y densamente pobladas, los cables deberán tenderse en líneas de conductos subterráneos con bocas de inspección. Los conductos deberán encajonarse en concreto.
En zonas poco pobladas, el cable puede tenderse en el conducto sin encajonar en concreto o enterrado directamente.
El soterramiento directo de un cable se limitará a tendidos largos en zonas poco pobladas, donde los requisitos de fiabilidad son bajos; o donde las instalaciones alimentadas por los cables tienen una corta vida útil; o por otras razones que justificarían el uso del soterramiento directo (que es más económico).
Líneas de distribución secundaria y de servicio
Cuando se opte por sistemas subterráneos, se observarán las siguientes directrices:
En zonas industriales y densamente pobladas, los cables se instalan en las líneas de conductos subterráneos (con bocas de inspección, agujeros de inspección o pullboxes según corresponda).
Los conductos deberán encajonarse en concreto.
En zonas poco pobladas, el cable puede tenderse en el conducto sin encajonar en concreto o enterrado directamente.
El soterramiento de cables de baja tensión, se restringirá a aplicaciones en las que no se prevé un incremento de la carga a alimentar; el cable subterráneo puede sustituirse fácilmente en caso de falla; y el sistema de cable no está sujeto a perturbaciones o a daños físicos.